viernes, 10 de febrero de 2017

CIENTOS DE POST Y UN PUÑADO DE ANÉCDOTAS

Sobre mis miedos hoy

Hace tiempo escucho entre muros, rumores y pobres bajadas de línea virtuales algunas ideas que me preocupan. Y no hablo de quien nos invita amablemente a que seamos violadas, ultrajadas, irrespetadas e insultadas porque nos lo merecemos por gordas, lesbianas, libertarias, aborteras.
Digo, eso no me preocuparía, cada vez que una nueva generación feminista se renueva, nuestra capacidad de defendernos de la policía prosistema crece, La Cope supera en audacia lo que Simone de Beauvoir hizo años atrás. Hablo más bien de una inquietud que viene desde adentro... aunque no creo en dentros y fueras. Me corrijo, viene desde las pares. Personas que respeto, admiro, con quienes me gustaría seguir caminando al lado en cada calle tomada, en cada injusticia que, lamentablemente, debamos resistir.
Hoy entre líneas, la mano invisible patriarcal que nunca sabemos desde donde nos toca sin consentimiento, nos hace creer que hablar de feminismos, decirnos feministas es elitista, radical, una MALA PALABRA. Nosotras, las mountruosas de tetas y grafitis que no hacemos partido ni cambiamos el mundo desde las instituciones, nosotras las soberbias que no creemos en el verticalismo de las ongs. Las atrevidas sin curriculum que no avalamos los años acumulados, sino los tiempos deconstruidos. Las que, nos repiten en cada chisme o comentario troll, sólo pensamos en nosotras. Pero, ¿quién lo ha hecho antes? ¿Quien más que nosotras tiene el derecho de hacerlo?
Siempre pensé que el feminismo es un puente hacia formas de vida más vivibles. Por qué entonces tratan no sólo de convencer sino de convencerNOS de que el feminsimo se olvida de otras luchas. Que separa, que elige arbitrariamente que luchas dar, que no representa (está claro que no representa, pero en un mundo donde la representación-imagen es un sustento vital de prestigio, decir algo así es retraernos a los bordes de lo ilegal y de lo ideal, otra vez).
Cuenta Beatriz, antes de ser Paul, Preciado que allá por 1970 en Francia un grupo de mujeres entre las que estaban Christine Delphy y Monique Wittig, hacen una intervención propia del teatro de guerrilla y en el monumento al soldado desconocido cuelgan un cartel que dice: “hay alguien todavía más desconocido que el soldado desconocido: su mujer”. Y a esto Beatriz apunta:

rectifiquemos: la revolución homosexual la empezaron las lesbianas, las maricas afeminadas, las travestis-que eran las únicas que necesitaban de la revolución para sobrevivir.

La linda historia milk americana es heroíca, porque lo heroíco además de trágico es masculino. Las feminidades son ficciones que aún nos prohiben escribir con mano propia. Con cuarto propio wolfiano. La alegría es un pecado mortal. Y cuando no, una burla de la que hay que sospechar. Reír entre tante mierda no es políticamente correcto. Y esta Política es impartida desde el ciscapitalismopatriarcal.
Hace algunos días se cumplió un año de que Lohana se hizo inmortal en sus palabras. Aún recuerdo esa anécdota que leí una vez: cuando Beatriz Preciado visitó la Argentina mandó muchos saludos por la recuperación de Lohana, que en ese entonces ya estaba internada. Ella le respondió, claro que le respondió y con la suspicacia de quien hace piel de las experiencias. Muchas gracias por los saludos, dijo Berkins, pero “Decile a Paul que gracias pero que escriba de una vez sobre nuestros cuerpos latinoamericanos, porque mucha testosterona pero de la pobreza y la crueldad, ni una palabra. Que me perdone, pero yo no puedo dejar de luchar”. Lohana sabía por qué luchar, Beatriz sabe muy bien desde dónde escribir.
Una lectura dicotómica, adentro y afuera, elite o de barrio, mecanismo que usa el opresor, diría que Lohana mandó a callar a Beatriz. Pero la primera fue (y es) mucho más que una lengua karateca. Que un conjunto de frases de manual rebelde reaccionario.
Eran en ese acto performático, dos cuerpos trans encontrándose en sus diferencias. Es decir, dos exitencias migrantes que por un breve instante vibraron en la misma secuencia. Distorsión, hacer ruido. La lucha molesta a la norma, el ruido también. Ni Beatriz ni Lohana cedieron un paso, no buscaron ser referentes, ni representantes en ese diálogo, sin embargo las dos estuvieron de acuerdo: el feminismo y el activismo lgtttbiq iniciaron de la mano, con personas por fuera de lo hetero blanco rico occidental. Europeadeposguerra latinoamericana lesbotestomaricatravesti . En transición. Trans. La calle se apropia de la palabra, los textos performan nuestras cuerpas. Las divisiones, en fin, sólo están en lxs intérpretes, lxs que “representan”.
Pero el medievalismo militante busca que volvamos a mirar que hay entre las piernas de otrx. No sólo de la manera burda cisbiologista, sino en el enaltecimiento del pene (pobrecito, ignorado, echado, censurado, venido a menos) como falo. Volvieron a unir dos signos que Freud, otro pobrecito, trató de unir. Pero el pene-falo no es genital, es social, psíquico, cultural. El falo-pene es poder, opresor, sistema, el falo es institucional y tiene leyes. Cuando escucho a identidades disidentes defender al pene (del que generalmente un hombre es portador), la defensa se refuerza en el falo. A estar atentxs, lo que seguismundo dijo no es universal, la opulencia universal siempre estuvo del lado de la hegemonía, dice Paul. Eliminar al falo es el arma de construcción masiva que las maricas félix-gilles nos enseñaron.
El sentido sabio de la manada que comunica por fuera de nacionalismos, ghetos, grupos codificados, mensajes entre líneas. No hay stock de cuerpos dañados, ni muletillas, ni pies quebrados por la tierra que nos justifiquen. Más  bien, en un abrazo, en una mirada, en una sonrisa. Y en una buena mandada a la mierda.
Un gesto sororo, y una mandada a la mierda. Lo que dos amigas harían en dos personas que nunca se conocieron en persona. El aprendizaje siempre está detrás de lo que nos quieren hacer creer, no estamos todas peleadas, estamos yendo juntas aunque a veces nos guste un carajo.
Y mis lecturas no podrán ser demonizadas, mis formas aunque vapuleadas sean hacen en real empatía. Los textos que nos encuentran, atraviesan nuestras carnes, no se quedan masturbando nuestros cerebros y bocas. El feminismo, aunque no nos guste, o lo malinterpretemos, lo rechacemos, lo encapsulemos, no lo entendamos, etcétera ya está emanando desde el suelo, nuestros pies, el de mis compañeras. 

CRÉDITOS: facebook Femimutancia




 

jueves, 20 de octubre de 2016

NOSOTRAS PARAMOS Y NOS PARAMOS

PARO NACIONAL DE MUJERES, VIVAS NOS QUEREMOS. 19 DE OCTUBRE 2016

Nos tocó un día gris en casi todo el territorio, son muchas las ciudades en la que las mujeres marchamos con la ropa y las pancartas mojadas. Será que dios definitivamente es machista como decía la compañera Adriana desde Buenos Aires.

En Tucumán una mujer era prendida fuego por su pareja, otra era asesinada por su hermano en Mendoza, y otra joven violada por tres hombres en Mar del Plata. Aún en paralelo la cgt tomaba el té, como dijo la compañera Luciana, con el gobierno que avala el "piropo" y que compara la igualdad de género con la demagogia y el nazismo. El mismo que mientras se aprobaba el cupo femenino muy a su pesar, desmantelaba por persecusiones personalistas la unidad fiscal especializada en femicidios.

Más acá, trabajadores se unían a la marcha en Resistencia con el cartel "nadie menos". Porque nadie es Él, y Él lo es todo, la vida que importa. Dicen que fue por ignorancia, una ignorancia conveniente. Sonoridad en vez de sororidad. Comienza el vomito de falacias discursivas por micrófono. Quieren revictimizar a la compañera Eliana, esta vez no esta sola. No lo permiteremos más.

¿Más acá? Estamos en Såenz Peña, nos dispersamos, nos desconocemos, la vida en algunos lugares no habilitan romper el silencio. La hermandad no nace de un repollo, ni de una sociedad visiblemente machista. Pero conectamos al fin, nos escuchamos, algunos se burlan de la fecha, otros no comprenden, una funcionara declara, atina algo sobre ni una menos, no sabe que paramos, que dejamos de producir, o lo omite. Ignorancia conveniente. Otra nos pide que sonriamos para la foto, a pesar de todo hay que sonreír dice. Disciplinamiento femenino en la abnegación. No, yo no quiero reír ni publicar mi cartel en facebook. Esta marcha nació para romper la impotencia y lanzar la furia.

Qué hacemos ahora, ¿nos vamos? acá nadie nos dijo que marcharíamos, ¿quién nos tenía que decir? "Pero no tenemos permiso para marchar" dice una compañera. No tiene remate. La compañera Fernanda en su sabia rabia toma la palabra. "¡Tomemos la calle compañeras!". Vamos, es temeroso al principio, comienzan los bocinazos, indignación, nos damos cuenta que somos muchas, no pedimos permiso para reclamar que dejen de matarnos. Improvisamos un cordón humano. No. Me corrijo, un cordón de mujeres.

Otra compañera acompaña nuestra caminata con la guitarra, canta el Ni Una Menos de Chocolate remix, "vamos mujer, que aquí nos están prendiendo fuego", canta, vocifera, triste paradoja. Un machurro la atociga al lado, la desafía, frena su paso, quiere que cante lo que él quiere, está borracho sí, pero no es el alcohol quien habla, no es un animal ni una bestia, tampoco está enfermo. Es un hombre simplemente, y está más sano que nunca. Pide que cante La Balada del Pistolero. No tiene remate. "Una menos machista no tenes", agita la compa, el resto la defendemos y alejamos a ese tipo.

Tránsito y un camionero nos exigen permisos y paso, amablemente claro, porque las mujeres debemos ser amables. Pasa otro y pide que vuelvan los milicos, quiere pasar desapercibido, cobardía propia de su clase, Cinthia y Fernanda no se lo permiten. Fernanda lo persigue, nosotras la acompañamos. "Acá no hay militares, acá está la militancia", grita Melina. El señor callado y desencajado. Las cosas se revierten por 5 segundos. En asamblea nos escuchamos, nos conocimos, compartimos, hicimos un documento. Nos interrumpe otro señor, quiere sacar su auto. Su auto y su tiempo tiene que ser más importante que las palabras de una compañera madre que perdió a su hija en un femicidio. Otro señor empieza a martillar al lado, sin registro claro, pero que el ruido tape nuestras voces. Melina lo calla. Y no podía faltar el representante de todos esos falsos "feministos" que aparecieron en las últimas horas. En una imagen casi bizarra, estuvo todo el tiempo subido a su falomoto, diciendo qué y cómo debíamos hacer. Claro, de acuerdo con nosotras, con la mejor intención, intentando ser protagonista y que todo vuelva a la normalidad. No quita el acompañamiento real y respetuoso de otros varones. Las que escribimos este día fuimos nosotras, la huella estaba hecha, el grupo de whatsapp más misógino quedó callado.

Leemos el documento, una hora después, acordamos que no será la única vez que nos reunamos, en noviembre nos vemos de nuevo, vamos a los barrios. Se acerca un cana con cuaderno en mano, empieza a interrogar a una compañera. Quiénes eramos, qué pedíamos, qué más íbamos a hacer, pero por sobre todo insistía en saber quien estaba a cargo. Nuestra respuesta fue contundente: TODAS.

lunes, 26 de septiembre de 2016

Un montón de imágenes que algún dia serán algo

Vieron que este es un año atípico. No sólo del hay que esperar o el hay que dejarlos ir a sus casas porque ya son mayores. A veces me gustaría pensar que se trata del noble ejercicio del cinismo y el sarcasmo. Pero no. Los recursos son más pobres. La ignorancia y la impunidad. Quiénes nunca se arrepintieron y quiénes jamás se dieron cuenta. Darle al poder lo que el poder quiere. Salameo. Sonrisita. Palmaditas en el hombro. ¿Hay algo más falso?

Fiesta de rencores. En el mismo día, por la mañana un señor se cruza. Se parece a Aldo Rico. A la tarde, se cruza otro señor, es igual a Rafael Videla. Esta calle 14 del centro está maldita. Al día siguiente le otorgan prisión domicialiaria a Etchecolatz. Mientras ibamos en la moto, por calle 16, muy cerquita a la 14, pasamos por frente a una de esas grandes, ostentosas, blancas e iluminadas (como casa de comida cheta en Corrientes) Iglesias Universales. Miro hacia adentro. Una  multitud mira hacia un líder que no veo. Todes suben su mano derecha hacia adelante. ¿Una venia nazi? ¿En serio?. Ese día condenaron a Menéndez. También ganó River e hicimos una nueva amiga. Eso primero no importa. Excepto por algo que ya conté en Facebook. De vuelta a casa, pensaba que los riveristas no festejaban un partido, sino la condena por la megacausa de La Perla. De algo hay que vivir. Al menos, de imaginación.

Cosas raras pasan, está claro. Ya no podes subir a tu bici sin que un chucho macrista te recorra la columna. Aguanta, que yo llegué primera, gato. Eso tiene el hip hop, encuentran la poesía en las palabras cotidianas. "Esto es cumbia rap contra toda dictadura".

Me bajan del Chaco Corrientes. Soy blanquita, paso, ni me miran. Tatuados, sí. Negritos, sí. Vendedor ambulante, si, y si  lo humillamos tirando sus ropas en el medio del puente, mejor. Encontraron un porrito, no. Ayer fumé uno señor, ¿me revisa? Ni pelota. Subo. Me peleo con el chofer. Otro viaje. Bajamos de nuevo, nadie reclama nada, vuelvo a gritar. Hay niños y niñas, hace frío, ¿en serio? Sigo blanquita, es invierno. No me revisan.

En Resistencia prohiben la elección de reinas de estudiantes. Pero los titulares están en el dakar asesino. La pija simbólica siempre merece más titulares que el objeto. Más si el objeto decide ya no ser objeto. Pasamos en moto por las vías. Para estas alturas los viajes en moto y coles de larga distancia se parecen mucho a una muestra surrealista pedorra. Pasamos en moto por las vías, salamin y vino en mano, calle cortada. Caravana de Hilux con las reinas de la papa, la batata, la chingada entre otras, son muchas, cada una con su "potlach" único, cuanto más grande  más viril, prestigio falocapitalístico, sonrisa forzada, maquilaje de otros siglos. Saludan no sabemos a quién. No nos animamos a saludar, pero las miramos, algo queremos decir pero aún no sabemos qué. Entre las caravanas un pibe cruza suicida con su moto. "Nadie va a ser más que su pijita", le digo a Nu, seguimos. Cuatro cuadras más allá, la respuesta. "Dos badweiser x $50", eso le queríamos decir a las reinasdelapapusa, vengan, bajen, corten ese camino, invitamos una birras. Riqueza pura en el medio de este desierto inflacionario. Vende polvo. Periodistas se babosean, cuanto más joven mejor dicen entre muchos lugares comunes. Por algo siempre se burlan y nombran la cola rota. "Algo quieren", digo, entrando en su juego violador justificador. Silencio ese grupo, no tienen nada para decir.

No tienen nada para decir, entonces el invento y el ataque suelen ser moneda corriente. Es fácil disfrutar la vida cuando la guita te viene de afuera. Es fácil creerte con la verdad cuando entraste en el juego de las ambiciones, pobres ambiciones. Pobre. Chofer de colectivo que se cree militar. Chistonto violento que nadie rie.

Otro viaje, polvo, pero polvo chaqueño, que nos hace fuerte la piel y más negritas para gendarmería. Pasan barrios, miro por la ventanilla buscando imágenes bonitas que cierren este post. Dos muchachos exhiben sus lomos rollizos, marrones, peludos y traspirados, ambos juntitos en una ventanita muy pequeña. Miran la calle, tienen pinta de haber despertado y de no tener ningun pudor de sus cuerpos juntos y su haraganería. Bella fotografía. Parpadeo. En la siguiente cuadra un chico salta un muro re alto de manera muy muy lenta. Botella de cerveza vacía en mano, parece concentrado cuidadoso pero tampoco preocupado. "Se olvidó la llave y las 11 de la mañana lo descubrió sin nada para tomar", pienso. Sonrío solita, todo depende de la mirada.  

Un montón de imágenes que algún dia serán algo

Vieron que este es un año atípico. No sólo del hay que esperar o el hay que dejarlos ir a sus casas porque ya son mayores. A veces me gustaría pensar que se trata del noble ejercicio del cinismo y el sarcasmo. Pero no. Los recursos son más pobres. La ignorancia y la impunidad. Quiénes nunca se arrepintieron y quiénes jamás se dieron cuenta. Darle al poder lo que el poder quiere. Salameo. Sonrisita. Palmaditas en el hombro. ¿Hay algo más falso?
Fiesta de rencores. En el mismo día, por la mañana un señor se cruza. Se parece a Aldo Rico. A la tarde, se cruza otro señor, es igual a Rafael Videla. Esta calle 14 del centro está maldita. Al día siguiente le otorgan prisión domicialiaria a Etchecolatz. Mientras ibamos en la moto, por calle 16, muy cerquita a la 14, pasamos por frente a una de esas grandes, ostentosas, blancas e iluminadas (como casa de comida cheta en Corrientes) Iglesias Universales. Miro hacia adentro. Una  multitud mira hacia un líder que no veo. Todes suben su mano derecha hacia adelante. ¿Una venia nazi? ¿En serio?. Esa día condenaron a Menéndez. También ganó River e hicimos una nueva amiga. Eso primero no importa. Excepto por algo que ya conté en Facebook. De vuelta a casa, pensaba que los riveristas no festejaban un partido, sino la condena por la megacausa de La Perla.
Cosas raras pasan, está claro. Ya no podes subir a tu bici sin que un chucho macrista te recorra la columna. Aguanta, que yo llegué primera, gato. Eso tiene el hip hop, encuentran la poesía en las palabras cotidianas. "Esto es cumbia rap contra toda dictadura".
Me bajan del Chaco Corrientes. Soy blanquita, paso, ni me miran. Tatuados, sí. Negritos, sí. Vendedor ambulante, si, y si  lo humillamos tirando sus ropas en el medio del puente mejor. Encontraron un porrito, no. Ayer fumé uno señor, ¿me revisa? Ni pelota. Subo. Me peleo con el chofer. Otro viaje. Bajamos de nuevo, nadie reclama nada, vuelvo a gritar. Hay niños y niñas, hace frío, ¿en serio? Sigo blanquita, es invierno. No me revisan.
En Resistencia prohiben la elección de reinas de estudiantes. Pero lo titulares están en el dakar asesino. La pija simbólica siempre merece más titulares que el objeto. Más si el objeto decide ya no ser objeto. Pasamos en moto por las vías. Para estas alturas los viajes en moto  coles de larga distancia se parecen mucho a una muestra surrealista pedorra. Pasamos en moto por las vías, salamin y vino en mano, calle cortada. Caravana de Hilux con las reinas de la papa, la batata, la chingada entre otras, son muchas, cada una con su "potlach" única, cuanto mas grande  más viril, sonrisa forzada, maquilaje de otros siglos. Saludan no sabemos a quién. No nos animamos a saludar, pero las miramos, algo queremos decir pero aún no sabemos qué. Entre las caravanas un pibe cruza suicida con su moto. "Nadie va a ser más que su pijita", le digo a Nu, seguimos. Cuatro cuadras más allá, la respuesta. "Dos badweiser x $50", eso le queríamos decir a las reinasdelapapusa, vengan, bajen, corten ese camino, invitamos una birras. Riqueza pura en el medio de este desierto inflacionario. Vende polvo. Periodistas se babosean, cuado más joven mejor dicen entre muchos lugares comues. Por algo siempre se burlan y nombran la cola rota. "Algo quieren", digo, entrando en su juego violador justificador. Silencio ese grupo, no tienen nada para decir.
Otro viaje, polvo, pero polvo chaqueño, que nos hace fuerte la piel y más negritas para gendarmería. Pasan barrios, miro por la ventanilla buscando imágenes bonitas que cierren este post. Dos muchachos exhiben sus lomos rollizos, marrones, peludos y traspirados, ambos juntitos en una ventana de 1 por 1. Miran la calle, tienen pinta de haber despertado y de no tener ningun pudor de sus cuerpos juntos y su haraganería. Bella fotografía. Parpadeo. En la siguiente cuadra un chico salta un muro re alto de manera muy muy lenta. Botella de cerveza vacía en mano, parece concentrado cuidadoso pero tampoco preocupado. "Se olvidó la llave y las 11 de la mañana lo descubrió sin nada para tomar", pienso. Sonrío solita, todo depende de la mirada.  

miércoles, 6 de abril de 2016

¡HAGAMOS CUMPLIR NUESTRO DERECHOS! CARTA PÚBLICA ABIERTA PARA TERMINAR CON LA VIOLENCIA INSTITUCIONAL

LA NUEVA FARC REPLICA ESTA CARTA ABIERTA DE FORMA TEXTUAL Y ADHIERE AL RECLAMO: 

De profesionales de la Salud Mental
Hacia profesionales de la Salud


Luego de que en las ùltimas semanas de marzo, el dirigente sindical de UPCN Sàenz Peña, Darìo Benìtez nos increpara de forma arbitraria e inadecuada en los pasillos de la sala; finalmente acordamos como fecha de reunión el lunes 4 de abril por la mañana.
Cuando hablamos de nosotras nos referimos a Natalia Marisel Ortiz, licenciada en trabajo social especialista en Salud Mental; Maira Puppo, licenciada en psicologìa especialista en Salud Mental; y Nuria Benìtez, mèdica especialista en Salud Mental. Hasta el dìa martes 5 conformábamos el equipo de gestiòn del Servicio de Salud Mental del Hospital 4 de Junio, como jefa del servicio, jefa de consultorio externo y jefa de sala, respectivamente. Cargo que ocupabamos desde el mes de octubre del 2015. Cabe destacar que nuestra elección para esos lugares de coordinaciòn, sin goce de un sueldo extra, fue resuelto por las autoridades tanto del Hospital como de la Direcciòn de Salud Mental de la Provincia del Chaco, con su disposición correspondiente.
¿Cuàles fueron los motivios que este dirigente de UPCN anuncio para reunirse? Ciertos trabajadores reclamaban “irregularidades en el servicio”. No pudo allì, ni en ninguna reunión posterior, explayarse sobre cuáles eran estas irregularidades. Antes de la reuniòn nos planteamos muchas dudas, sin embargo creímos correcto por el cargo que ocupábamos escuchar lo que este dirigente tenía para decir, y ver si podíamos aclarar sus dudas o llegar a ciertas resoluciones. Lo que tuvimos que soportar como personas y trabajadoras en esa reunión fue algo muy distinto.
Hubo mucha violencia, comentarios irónicos, burlas peyorativas, a Maira y Natalia el médico de planta Alexis Picech se nos burló en la cara porque nuestros contratos vencen el 31 de mayo, exclamando que “nos quedariamos sin tarbajo”. Conducta que tuvo delante del personal del servicio y de los gremios. Nos llaman “maltratadoras” por intentar que cumplan con sus funciones, ¿y esto que hicieron, qué es?
Cero compañerismo, y el usuario1 ni existió en el discurso de ninguno cuando reclamaban intereses personales. Estamos indignadas desde nuestro lugares, intentamos de que algunas personas abran los ojos ante esta situación. Estos mismos profesionales que nos trataron de “maltratadoras” y se propasaron con la manera de dirigirse hacia nosotras, son los que luego se postularon como nuevos jefes. Ni mencionar a los usuarios que esperaron durante horas a ser atendidos tanto del área de internación como de consultorio externo.
En la reunión hubo personal de planta (del servicio, como también de otros dispositivos de Salud Mental como Casa de Medio Camino, Casa Asistida y Equipo de Visita Domiciliaria), junto con los gremios UPCP y UPCN y además residentes del servicio. No sólo justificaron agresiones disfrazadas de reclamos laborales contra las integrantes del equipo de gestión, sino también contra la directora provincial de Salud Mental Magister Gloria Reyero y contra las leyes vigentes (Ley Nacional de Salud Mental 26.657). El médico Benjamín Sánchez Paredes recusó que “no estamos en condiciones de ser un servicio para agudos”, cuando la ley establece esta premisa como un nuevo cambio de paradigma. Entendemos que este reclamo puede verse desde las malas condiciones en infraestructura, falta de personal (incumplimiento de la carga horaria y funciones básicas) y capacitación, cuestiones que además como equipo estábamos trabajando, pero, ¿por qué estos reclamos estaban dirigidos hacia nosotras?
Posteriormente este grupo que no representaba ni el 50% del servicio, votó nuevos jefes. Se trataba de dos médicos en una clara postura hegémónica, cuando la ley también establece un equipo interdisciplinario. Y sin dejar pasar tampoco que uno de estos médicos, Germán Gialdroni ya tendría antecedentes de denuncias por agresiones a mujeres. Y es el mismo que durante la reunión dejó entrever que tres mujeres profesionales son incapaces de estar en un lugar de gestión. Y citamos “se entiende que no pueden llevar a cabo el equipo de gestión por ser mujeres”, y que tampoco podían comunicarse por eso con nosotras. ¿Acaso son incapaces de hablar como par con una mujer sin denigrarla? ¿Ni siquiera toleran que estén en un lugar de coordinación?
Acta elaborada el lunes 4 de abril
Como equipo, a pesar del dolor por la humillación y la violencia insitucional que vivimos, tratamos de seguir los pasos correctos. Comunicamos esta situación a la directora de Salud Mental por vía telefónica y a la actual directora del Hospital 4 de Junio personalmente. Durante todo ese recorrido continuamos siendo víctimas de agravios y aprietes no sólo por parte de referentes de los gremios UPCN y UPCP, sino también de nuestros propios compañeros de trabajo (personal de planta y residentes). Ese fue, como profesionales con una historia y un recorrido en este lugar, el momento de mayor quiebre y decepción.
A esta reunión, se les llamó asamblea. ¿Fue esto una Asamblea? Quizás es necesario para estas personas y para otras que vivan una situación similar aclarar algunos términos. La Asamblea es una “reunión general de miembros de un colectivo para decidir sobre asuntos comunes”. Evidentemente los asuntos no fueron comunes, ni mucho menos hubo espacio de escucharnos allí.
También parece necesario aclarar que los fundamentos básicos de un gremio o sindicato es defender el derecho de los trabajadores y trabajadoras. En cambio, se encargaron ellos mismos de generar una situación de apriete y maltrato laboral. “¡Andate a la mierda!, gritó la afiliada de UPCN, Ana Collado a la médica Nuria Benitez, cuando esta última se retira de la reunión por lo intolerable de la misma. Afiliada que más tarde ensordecería con aplausos a las demás integrantes del equipo de gestión celebrando esta violencia institucional.
Y por último, para quiénes permanecen indiferentes o callados ante esta situación, destacar que tenemos algo muy valioso como es la Ley de Protección Integral de la Mujer, que tipifica muy claramente conceptos de Violencia. Del tipo:
Violencia Psicológica: La que causa daño emocional y disminución de la autoestima o perjudica y perturba el pleno desarrollo personal o que busca degradar o controlar sus acciones, comportamientos, creencias y decisiones, mediante amenaza, acoso, hostigamiento, restricción, humillación, deshonra, descrédito, manipulación aislamiento. Incluye también la culpabilización, vigilancia constante, exigencia de obediencia sumisión, coerción verbal, persecución, insulto, indiferencia, abandono, celos excesivos, chantaje, ridiculización, explotación y limitación del derecho de circulación o cualquier otro medio que cause perjuicio a su salud psicológica y a la autodeterminación.”
Y de las modalidades:
Violencia institucional contra las mujeres: aquella realizada por las/los funcionarias/os, profesionales, personal y agentes pertenecientes a cualquier órgano, ente o institución pública, que tenga como fin retardar, obstaculizar o impedir que las mujeres tengan acceso a las políticas públicas y ejerzan los derechos previstos en esta ley. Quedan comprendidas, además, las que se ejercen en los partidos políticos, sindicatos, organizaciones empresariales, deportivas y de la sociedad civil;
Violencia laboral contra las mujeres: aquella que discrimina a las mujeres en los ámbitos de trabajo públicos o privados y que obstaculiza su acceso al empleo, contratación, ascenso, estabilidad o permanencia en el mismo, exigiendo requisitos sobre estado civil, maternidad, edad, apariencia física o la realización de test de embarazo. Constituye también violencia contra las mujeres en el ámbito laboral quebrantar el derecho de igual remuneración por igual tarea o función. Asimismo, incluye el hostigamiento psicológico en forma sistemática sobre una determinada trabajadora con el fin de lograr su exclusión laboral;2
Pero vamos a aclarar para quiénes no estén empapados/as en nuestra labor: el real disparador de este apriete surge luego de que como equipo de gestión comunicáramos a quienes integran el equipo de Visita Domiciliaria del Servico que este dispositivo se suspendería momentáneamente hasta reorganizar las horas laborales de sus miembros y las actividades hechas. Este equipo está conformado por el médico de planta, Alexis Picech; la asistente social Cinthia Gómez, y el enfermero especialista José Luis Pacheco. No nos escucharon allí, ni posteriormente, además de acusarnos de autoritarias y hacer correr falsas acusaciones y palabras que nosotras nunca dijimos. El dispositivo de Visita Domiciliaria que debería ser clave en el asunto de reinserción social de usuarios y usuarias venía funcionando de manera irregular. Es decir, con excusas viciadas por parte de sus miembros y sin informes claros ni actualizados sobre el trabajo realizado. Desde el mes de octubre hasta la actualidad no han presentado ningún informe del trabajo realizado, no hemos firmado ni siquiera “un” recibido.
Otra acusación que corrió fuertemente como fundamento de este apriete fue que las compañeras Natalia Ortiz y Maira Puppo no podían ocupar su cargo por ser personal contratado. Vamos a decir, porque de nuestra parte sí nos tomamos el tiempo y la responsabilidad de consultar los términos legales, que esta idea no tiene fundamento escrito.
Con mucha resistencia por parte de este mismo grupo de personas, que pusieron trabas a cada uno de los procesos de transformación, tratamos de hacer. Organizamos cronogramas con el personal de planta para que cubran las admisiones, interconsultas, consultorio externo y la sala de internación con el objetivo de que cumplan al menos de 50% de su carga horaria (44hs la gran mayoría), se estaban modificando las normas del servicio conforme a las leyes vigentes, casi cotidianamente se intentaba obtener respuesta de las autoridades para conseguir mejoras en el edificio institucional que está en pésimas condiciones, fomentamos y acompañamos la reinserción social de los usuarios, habiendo en la actualidad sólo 5 usuarios de larga internación (crónicos), supervisiones constantes de nuestras prácticas con la Dirección de Salud Mental. Gestionamos la quita de tejido de nuestro servicio en pos de una verdadera salud mental para cada integrante del servico y la comunidad,. Además de apostar por la continuidad de las asambleas reales (dicho sea de paso, asambleas donde muchos de este grupo no asistían ni participaban), siendo este un lugar donde se planteaban líneas de trabajo en común. Planteabamos la toma de decisiones conjuntas apuntando a las relaciones horizontales y no verticalistas.
También hemos puesto de nuestro tiempo libre y recursos económicos propios para viajar a Resistencia y participar de las reuniones en defensa de los puestos de trabajo perdidos en estos últimos meses3 y que afectaba a dos de nuestros compañeros. También por fuera de nuestra carga horaria habitual, nos preocupamos por tener instancias de capacitación y buena calidad de formación para la residencia, gestionando espacios y siendo nosotras mismas instructoras. Aportamos en la refuncionalización de los equipos de internación, en pos de las externaciones de usuarios de largo tratamiento que se encuentran hace más de 20 años en el servicio.
Es de destacar también que en los últimos tiempos compañeras han sufrido acoso laboral sexual por parte de un auxiliar de enfermería, situación en la que se intervino y en la actualidad el personal fue trasladado de Servicio. Otra vez vulnerándose los derechos de las mujeres. “Usan calcitas” escuchamos el otro día por los pasillos del establecimiento, otra muestra de machismo. ¿Y las igualdades?
Dos de los agresores del gremio UPCN
Por último, luego de este terrible episodio vivido, los agravios por parte de Alexis Picech y Cintia Gómez continuaron hacia la compañera Natalia Ortiz al día siguiente. Hacíendo oídas, invadiendo el espacio común En un momento el médico Picech dice: “Ahora estamos en igualdad de condiciones”, solicitando guardar en su armario el acta de reuniones del Servicio; acta que está a cargo de Natalia Ortiz, última jefa de servicio, hasta que se haga entrega a las nuevas autoridades.
Tenemos algo para responder a esto: No. Está claro que no es así. No sólo porque nosotras tenemos la conciencia limpia como profesionales de haber cumplido con nuestro trabajo, nuestra carga horaria y nuestros objetivos por el bien común de este servicio sino también como personas, de jamás haber perseguido ni insultado individual o ideológicamente a ninguna compañera o compañero. La ética y el compromiso inalterado de incluir a usuarias y usuarios en un proceso de atención donde se los/as vea como persona sujeto de derecho con un trato especializado, digno y humanizado.
No. No estamos en igualdad de condiciones mientras la discriminación por género siga siendo un estandarte entre el personal masculino, y avalado o aceptado silenciosamente por las compañeras mujeres.
A un costado, el violento Darío Benitez de UPCN y al otro de rojo, Ana Collado, agresora
Dejamos en claro que esto no es una cuestión personal, es una situación de discriminación y desamparo que se vive sistemáticamente en nuestro servicio, como creemos sucede en muchas otras instituciones. Es la hora de no callarse, de tomar nuestra voz y decir lo que pasa sin miedo. Estamos convencidas de que llegó el momento de ir de frente y denunciar de frente; que es también hacer las cosas diferentes a como se hicieron anteriormente en la que este tipo de agravios a los derechos humanos eran naturalizados, callados y ocultados.
En un momento de crisis institucional y estatal en la que deberíamos estar unidos y unidas para la defensa de lo logrado, lo que más nos decepciona y duele es desde quiénes vinieron estas agresiones. Porque de las autoridades provinciales y del hospital hemos tenido la recepción políticamente correcta. De los gremios sólo la instigación para que esto ocurra.
Actualmente, el servicio de Salud Mental se encuentra acéfalo. El dia martes 5 de abril no hubo personal médico que cubriera la guardia, y el área de Docencia e Investigación autorizó que los/as residentes de guardia se retiraran. Estas ausencias son las que marcan un enorme retroceso ya que hay un daño directo también en los/as usurios/as que no recibieron la atención adecuada. Esperamos esta situacion pueda revertirse lo antes posible.
Este tiempo de crisis y angustia personal nos hizo entender cuánto valor y peso tiene para toda una sociedad ese lema que ya todo un movimiento hizo propio:


CUANDO TOCAN A UNA, NOS TOCAN A TODAS.




Nuria Benitez Maira Puppo Natalia Ortiz
Trabajadoras de Salud Pública del Chaco


Personas esperando ser atendidas, mientras se daba este ataque grupal


1. Persona que da uso de los servicios de Salud, tèrmino que está dentro de la nueva Ley de Salud Mental. ¡Las personas que acuden no tienen por qué ser pacientes! En el sentido de armarse de paciencia o de ser pasivos en esta lucha.
2http://www.infoleg.gov.ar/infolegInternet/anexos/150000-154999/152155/norma.htm. LEY DE PROTECCION INTEGRAL A LAS MUJERES, N° 26.485
3Se trata de las fuentes laborales que cayeron luego del cierre de los porgramas nacionales de Salud Mental y Médicos Comunitarios.

miércoles, 23 de marzo de 2016

Es sólo el inicio. (Des)crónica de una vivencia y ciertas lecturas

Cartografías de la (re/o)presión
"Macri para la mano", marcha durante la visita del presidente en Corrientes



Paso un poco más de tres meses. Se colocan como abanderados de esto, que no es una causa, sino es un desmotivo les niñas y niños de la Murga en la Villa 1-11 de Buenos Aires. Van docentes en Santiago del Estero, skaters en Tucumán dónde la policía golpea e insulta a una mujer y un varón menores de edad. Balazos en un centro partidario en Villa Crespo. La sociedad civil se confunde con los uniformados. "Conchuda" vocifera un hombre en un bar en Resistencia. Hay tensión más insultos. Expresar la militancia es reprimida a balas o gritos. "No nos interesa invertir en las provincias", dice un ministro nacional en una reunión privada. Son 75 los puestos de trabajo que se discuten.
El 1 de enero por la noche voy con mi perra a la plaza y cuatro policías motorizados más altos que mi cabeza me rodean. Me asusto. Mi perra se asusta. Les ladra las ruedas cross la muy revolucionaria. Hacen presencia mirando al horizonte como superhéroes de comics. Se van. De allí una camioneta polarizada de la policía nos persiguió dos veces por la calles de nuestro barrio de madrugada. Desde ese primero de enero he visto circular por la calles céntricas más móviles de Gendarmería y Policía Federal que en todo el resto de los barrios de Chaco y de Corrientes.
Por eso el 23 de febrero de la llegada de Mauricio Macri a Corrientes, caminábamos por calle Pellegrini y no me sorprendió que lo primero que viera no fuera a la manifestación, alguna cara conocida, sino un blindado de Gendarmería, con las puertas abiertas y soldados apostados con su Fal vigilando la nada misma. Las calles estaban vacías. Estaban vacías desde las 00.00 hs de ese día, acorde al desequilibrante protocolo que había prohibido el paso absoluto a la Casa de Gobierno en tres cuadras a la redonda. Sólo nosotras y otras señoras más adelante que miraban con cierto orgullo al móvil verde platinado (no camuflado) pasar lentamente. Ellos no hacían contacto visual. No lo merecemos.
Continuando con lo bélico paramos en la esquina de "El Mariscal". La crónica de la manifestación ya la leímos de otras manos más exhaustivas. Tiramos algunos globos negros del lado limpio, "el lado de la yuta". "Estos globos se revientan más rápido que la desilusión del cambio". Las vallas hacen caminar de más a un vecino de la cuadra de más de 90 años. "Ayudalo y que vaya hasta allá", dictamina uno, un manifestante ayuda al anciano, ellos no, sus manos están limpias del pueblo (excepto órdenes y balas), la mirada fija en el horizonte. Ya no sé si es soberbia o vergüenza. Los señores de traje pasan las vallas sin vueltas.
Luego de la desconcentración. Vamos en un colectivo. Es plena siesta correntina. Por la radio un "desubicado" marca el límite a libertad de expresión, información y opinión. La persona que está al lado mío al mismo tiempo recibe un mensaje de texto que dice "detuvieron a tres compañeras". 


martes, 26 de enero de 2016

El campo social como proceso de polinización. Activar a la comunicación desde esa visión

Breve entrevista a Peter Pal Pelbart



A raíz de la visita de este filósofo y pensador contemporáneo a Resistencia, Chaco el 25 de noviembre del 2015, realicé esta breve entrevista. En el mismo se entrecruzan ampliaciones de conceptos que desarrolló durante esta conferencia y seminario denominada “Vidas sin Forma. Formas de vida. La comunidad que viene, los lenguajes artísticos, subjetivos”. Son además campos de reflexión que el autor viene presentando en sus últimos ensayos publicados y en el marco de sus conferencias internacionales.

Antes de continuar me permito una pequeña fundamentación sobre el valor de que esta entrevista forme parte de este espacio bloggero. Y es que la visión profundamente compleja, movilizadora y -en sus términos- polinizadora que Pal Pelbart presenta en su pensamiento, permite también repensar bajo una lupa crítica, actual y potabilizadora a los ejes de este espacio; en el marco de estas nuevas formas de vida.

Sobre esta base enfoqué las preguntas sobre la preocupación de la Comunicación como transdisciplina en esta era hipermediática y narcotizada de representaciones. Además, como re-pregunta a una frase que el autor toma de Toni Negri: “La comunicación está podrida”, para incentivar otros modos de expresión por fuera de la misma.
De aquí partimos en este breve pero enriquecedor momento que el autor, con la calidez y humildad que caracteriza su presencia, brindó a este espacio.

Inicia Pal Pelbart diciendo que el “desafío, (podría) pasar por producir por otros circuitos en la comunicación. Es decir, interrumpir esta circulación vaciada, pero tan automática de sentidos dados”. Allí hace referencia al modo de nombrar el mismo proceso en dos autores diferentes: vacuolos de silencio en palabras de Fernand Deligny y rupturas asignificantes para Gilles Deleuze. Continúa: “y en qué medida; digamos, en el comienzo de las experiencias de las radios libres, por ejemplo, era lo que estaba en juego, quebrar un cierto monopolio de un tipo de comunicación. Después, en el final de su vida (Félix) Guattari pensaba en una era Post-Mediática. Jóvenes activistas inventaron nuevos modos de introducir cortocicuitos”.
Destaca aquí una experiencia particular en Brasil, sobre un joven que buscaba lugares donde habían ocurrido accidentes muy graves, en uno de ellos cubre la caída de un avión de pasajeros. Incurre en el lugar del accidente; “vino con un montón de aparatos, entró a la pista del aeropuerto y simuló que estaba en conexión con el gobernador mientras el helicóptero oficial estaba bajando, él se apropió del terreno e iba remitiendo todo lo que estaba pasando on line”. “Él (el joven) se ofreció como un factor de caos adentro del caos para mostrar el caos. Todo en una especie de terreno poético-mediático que indicaba que la inversión está ahí”.

¿Por fuera de estas interpretaciones desactualizadas, entonces, dentro de la comunicación puede haber un cambio? -Claro. Una manera es rechazar todo el sistema, pero a veces es confiar demasiado en la entereza del sistema. Hay que pensar que todo también se escapa por todos lados, que hay maneras de torcer, liar, hacer inflexiones, producir en estos movimientos otras posibilidades. El sistema se cree cerrado pero no lo está, se escapa por todos lados.

Durante la conferencia también desdobló los conceptos de des-obramiento y hacer obra. Despojándonos de la lógica dicotómica que podría poner a estas nociones como contrarias, consulto sobre la existencia de algún tipo de relación entre ambos procesos: “Yo creo, primero que no son lo mismo, ni confluyen necesariamente. Pero por ahí hay momentos en que conviene utilizar uno, momentos en que conviene el otro, yo diría que no hay una fórmula pero son instrumentos tácticos. Hay veces en que hay que decir 'no queremos hacerlo' y aparte esto a veces es la condición para que se desee otra cosa. Alguna otra obra o algún otro tipo de obra que no estaba en el repertorio inicial de lo que era o no. Como tantas cosas que se hacen y antes no se consideraban y después ganan una especie de legitimidad”.

Por último, casi como agasajo personal, le pido un breve comentario sobre el proceso de polinización, efecto que nombra en su artículo “Sobre el agotamiento de los posibles”1.

(Esta) “es una idea que desarrollo en un artículo que está en el libro El Nihilismo, que es una hipótesis de que Gilles Deleuze poliniza la historia de la filosofía. Es decir, que el pensamiento podría pensarse como un proceso de polinización, no tanto de influencia, de filiación. Y es una idea que hoy en día piensa al campo social como proceso de polinización, y por ahi eso que llamamos comunicación podría activar o activarse a la luz de esta visión”. Para una extensión del proceso de polinización sugiero el fragmento del "agenciamiento orquídea-avispa de Deluze y Guattari en la página 250 del siguiente texto.


1COLECTIVO SITUACIONES. Conversaciones en el Impasse. Tinta Limón. Buenos Aitres, 2009.


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